El paraíso y la tormenta
Cuenta la leyenda que dos seres
especiales vivían en el paraíso, con un ambiente agradable y un cielo azul
eterno…
Un día vieron a lo lejos como se
acercaban unas nubes grises y se veía como de ellas caía una cortina de agua.
Estos seres que jamás habían
visto una tormenta se quedaron asombrados por tan extraño fenómeno celestial.
Al principio sintieron miedo,
porque algo extraño se acercaba a ellos.
Al pasar los minutos, sintieron
la brisa fresca que traía las nubes, poco a poco, las nubes se pusieron más
negras, se podían ver y sentir los rayos y centellas.
Ellos aun fascinados con
todo lo que podían ver, se quedaron ahí sentados, esperando a ver que sucedía…
Sus corazones latían rápido,
estaban cada vez más temerosos, pero su alma valiente y llena de curiosidad, no
los dejaba correr a refugiarse, de igual manera esperaron ahí sentados en la
orilla del acantilado a ver qué sucedía.
Sucedió que llego la tormenta, sintieron
lo que era la lluvia, lloraron porque jamás habían sentido el agua caer del
cielo, que ahora se unía a sus lagrimas, se abrazaron, se besaron, parecía que
era el fin, el viento soplaba con fuerza, pero su amor era tan grande que ahí
permanecieron juntos, soportando la tormenta que jamás habían vivido…
Al cabo de una hora, la tormenta
pasó… y el paraíso ahora brillaba más. Todo estaba más verde, más bonito, se
dieron cuenta que tormenta era necesaria para amar más todo el entorno donde
habitaban…
Y se dieron cuenta que su amor es
más grande que cualquier lluvia fuerte y vientos huracanados… que el amor todo
lo puede con valentía y coraje…
Pasaron los meses y ellos no
vieron una tormenta como aquella, tan fuerte y desenfrenada, pero admiraban
cuando la llovizna caía sobre sus rostros cada cierto tiempo, le daba la frescura
a su naturaleza, podían ver como todo renacía de manera armoniosa sin ser
arrastrados por los vientos huracanados que trajo aquella tormenta.
Me gustó mucho. Muy inspiradora. Conectar con la naturaleza es una manera de renovarse. En estos momentos la energía con lo que simboliza la vida es gratificante. Un gran abrazo.
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